#CómeteLaCosta | En el pecado lleva la tapa: La Gula de Almuñécar
Si después de probar sus tapas te quedas con hambre y bicheas la carta, vas a querer probarlo todo: desde los entrantes para picar, pasando por sus carnes o productos del mar y hasta las roscas y hamburguesas
Cuando a la comida casera mediterránea le sumamos una localización encantadora como es la Plaza de los Higuitos, querido lector, tenemos que avisarte de que hemos encontrado una nueva parada obligatoria en Almuñécar. Y decimos nueva porque el bar La Gula apenas lleva unos meses abierto, concretamente desde el pasado junio.
No han sido ni una ni dos las veces que ya hemos visitado este local y hay varios motivos que nos hacen querer volver siempre. ¡Sigue leyendo!
Como ya adelantábamos, su terraza en pleno centro comercial del pueblo invita a querer sentarte, tanto en verano como en invierno, y a relajarte para disfrutar de un rato muy agradable gracias al buen ambiente que se forma entorno a los árboles y a la fuente del “niño meando”. Ahora bien, el interior, aunque pequeño, tampoco pasa desapercibido a la vista de los clientes. Nos encanta.
Lo segundo que debes saber si eres tan fan de la cerveza como nosotros es la variedad y calidad de las que ofrecen a un precio inmejorable. De barril, nada más y nada menos que Estrella Galicia 1906, pero echa un vistazo a los tercios Alhambra Especial o 1925 porque no los hemos probado mas fríos que aquí.
Y ahora sí, mención especial a sus tapas y raciones. Aunque no se pueden elegir, te aseguramos que nunca defraudan. En varias de nuestras visitas hemos probado la paella, las migas, las albóndigas caseras, la ensaladilla, el panini de atún, el pinchito y la rosca de lomo y queso. A cada cual mejor.
Pero es que si bicheas la carta, vas a querer probarlo todo: desde los entrantes para picar, pasando por sus carnes o productos del mar y hasta las roscas y hamburguesas. Alguna que otra noche de verano nos animamos a probar la rosca La Gula, con lomo, bacon, huevo, tomate, lechuga y queso, de estupenda relación calidad-precio, y la burger pulled pork con cerdo desmigado, queso cheddar, bacon y salsa barbacoa.
Tanto nos gustó esta última que ni nos acordamos de hacer foto en su momento, así que en nuestra visita más reciente íbamos decididos a saborearla de nuevo. Hasta que nos comentaron las opciones fuera de carta y entonces se hizo la magia: tosta en pan de pueblo de secreto y mango flambeado con queso de cabra. Nunca nos imaginamos que estos tres ingredientes hicieran tan buena liga. Desde nuestra humilde posición nos gustaría hacer un llamamiento: ¡que se incluya en el menú hasta el final de los días, por favor!
Otro de sus platos estrella (tanto triunfan que en anteriores ocasiones ya no quedaban cuando quisimos probarlas) son las croquetas caseras de puerro y langostinos. Nuestras felicitaciones al chef e inventor de la receta. Difícilmente una croqueta puede estar mala, eso sí, cuando es de exquisita calidad se nota: verdaderamente caseras y cumpliendo con los ingredientes que promete. En nuestra próxima visita va a ser muy complicado elegir entre estas o probar las de cocido.
Por último, no podemos despedirnos sin destacar el buen trato de todo el personal dispuesto a atender siempre con una sonrisa que se intuye tras la mascarilla, algo muy de agradecer en los tiempos que corren. ¡Os deseamos una muy larga andadura!