#CómeteLaCosta | Un tsunami gastronómico: la exquisitez de La Última Ola

#CómeteLaCosta | Un tsunami gastronómico: la exquisitez de La Última Ola

Abierto desde 1971, hemos visitado este restaurante de Almuñécar tras su flamante cambio de look

Hay ocasiones en las que nos apetece vestirnos con nuestras mejores galas y dejarnos llevar por los exquisitos productos de nuestra zona. Hemos visitado el Restaurante La Última Ola tras su reciente remodelación y no sabemos si estamos preparados para escribir estas líneas. En pleno paseo marítimo de Almuñécar, este restaurante no necesita presentaciones, pero sí tenemos mucho que decir.

Como dijo Jack El Destripador, “vayamos por partes”. Desde fuera, una gran cristalera deja advertir la acogedora terraza semicubierta que venía días llamándonos. Pero, finalmente fue una jornada lluviosa la que nos terminó de convencer. Reservar una mesa para esa misma noche no pudo ser más fácil. Basta con buscar en Google su nombre y clicar en “Reservar una mesa”.

Así lo hicimos. Conforme entramos al interior, fue amor a primera vista. Lo primero que vimos al entrar fueron productos del mar sobre una cama de hielo. Hasta aquí nada que no hubiéramos visto en otros locales, pero después sí que reparamos en un detalle que llamó nuestra atención: la primera hoja de la carta consistía en una elegante lámina con, y citamos textualmente, “la pesca de hoy, sábado 5 de marzo de 2022”.

Como veníamos anunciando, el local tiene un estilo único y diferente. Allí, es imposible no dejarse llevar y relajarse en un espacio inundado con un hilo musical y que cuida hasta el más mínimo detalle. A ello contribuye el servicio de sala, de matrícula de honor. Evidentemente, no es casualidad, auténticos profesionales se esfuerzan para conseguir que así sea.

Vamos llegando a lo más importante; efectivamente, la comida. Abrimos boca con unas aceitunas y un aperitivo de pan de masa madre de Alfacar y aceite ecológico de Jaén. La carta nos insinuaba tantos sabores que, tras debatir si elegir cada uno su plato, optamos por pedir varios a compartir y así elevar la experiencia gastronómica.

Primero probamos la ración de pulpo con salsa rosa. De apariencia saludable y fresco, mimado en su elaboración, tierno en el paladar. Un manjar que nos regala el mar y nos presenta el equipo de La Última Ola con un único pero, desde nuestra humilde opinión. Hubiéramos preferido una menor cantidad de salsa rosa, o quizá, que hubiese estado colocada aparte. No nos malinterpretéis, estaba exquisita, pero consideramos que restaba sabor al auténtico protagonista del plato.

Continuamos con los taquitos de salmón ahumado con pan brioche y mantequilla. Otra delicia de textura gruesa y vivo color anaranjado, con finas líneas blancas que delataban la frescura del mismo. Vamos, que si fuera un cuadro, estaríamos ante La noche estrellada de Vincent van Gogh.

Y para coronar los platos fríos, llegó el tartar de atún, aguacate y huevo frito. Como auténticos entusiastas del atún y de los tartares en general, solo podemos decir: sabroso, delicioso, placentero, deleitable, para repetir, un auténtico diez.

Desgraciadamente, no podíamos estar eternamente allí sentados así que nos sirvieron el último plato: pluma breaseada con jamón ibérico sobre un lecho de patata y verduras. Menudo broche final. No mienten cuando dicen que es “braseado”. El sabor es indescriptible, de las mejores carnes que hemos probado sin lugar a dudas. Para nosotros se convierte en un must.

No podíamos irnos sin probar los postres caseros: tarta de queso y tarta de chocolate. El colofón a una noche mágica. Nuestra más sincera enhorabuena a todo el equipo que hace que La Última Ola vaya más allá y se convierta en una experiencia, un viaje completo que buscaremos repetir y del que nos fuimos ya pensando en próximas opciones para degustar.

Categorías
TAGS
Compartir

Comentarios

Wordpress (0)
Disqus ( )