
La Tribuna del Paseo | “Este solar es perfecto para una Casa Hermandad, pero somos unos tiesos”
Os habéis hecho la pregunta inversa ¿cómo habría sido nuestra Semana Santa… si siguiera existiendo la Iglesia de Ntra. Sra. de la Victoria del Convento de Mínimos?
Si algo tenemos los cofrades, es imaginación. Más en Almuñécar, donde dos Santas son la misma Imagen ¿alguna prueba más contundente? El afán de perfeccionamiento que conlleva el tan profesionalizado mundo cofrade del siglo XXI, nos hace soñar con procesiones ideales mientras nos recreamos viendo en YouTube a nuestras Cofradías favoritas de las capitales. Y si lo compartimos en la barra de un bar con amigos, entonces nos venimos arriba: “Esta Cofradía iría mejor a costal pero aquella no debería perder la horquilla; la otra debería salir más tarde y tirar por tal calle para hacer una petalá; a estos les falta una Virgen con un buen palio; este solar es perfecto para una Casa Hermandad…” y un sinfín de ocurrencias desde el mínimo detalle hasta la megalomanía que jamás se harán realidad porque es extremadamente complicado aunar a todos los hermanos bajo la misma idea. Y porque somos unos tiesos.
Pero me gustaría saber si, alguna vez, en vez de preguntaros cómo sería nuestra Semana Santa si… Os habéis hecho la pregunta inversa ¿cómo habría sido nuestra Semana Santa… si siguiera existiendo la Iglesia de Ntra. Sra. de la Victoria del Convento de Mínimos?

Antes de recrearnos, vamos a jugar a los Sims, mi juego favorito de la infancia. Empezamos con el modo construir, pero antes de hacer paredes, que a todos nos encanta, tenemos que borrar elementos para dejar suficiente espacio: suprimimos el Hotel Victoria, el Pub El Convento, los Apartamentos Victoria y la flamante nueva Casa Hermandad de la Virgen de los Dolores. Venga, ya sí ¡lo estaba deseando! Ahora construimos un bonito Convento. Con su Templo, ocupando lo que sería el actual patio de vecinos y sus casas, con sus techos altos, campanario, las celdas llenando de ventanas la fachada, el claustro, su huerto y zona de esparcimiento. Nos debe ocupar más o menos una extensión hasta llegar a las plazas Damasco y Antonio Gala, incluidas, y debe quedarnos parecida a la Iglesia de la Victoria de Motril, fundada tan sólo 4 años antes que la sexitana, por situarnos. ¿Lo tenemos ya?
No pasamos al modo decoración siguiendo la última descripción del Convento, datada en 1835, tan sólo un año antes de la Desamortización de Mendizábal que acabó con el monumento. Haremos dos Capillas para la Cofradía de la Vera Cruz, decana de Almuñécar y promotora entonces de las tres procesiones de Semana Santa del pueblo. En una Capilla entronizaremos un Crucificado, “notablemente devoto” según las crónicas, y en la otra a la Virgen del Rosario, una Imagen de Gloria con su hijo en brazos, compartiendo Altar con el Santo Sepulcro. Otras capillas serán para la Virgen de los Dolores y el Nazareno con la Muxer Verónica. No sabemos dónde se ubicaba San Juan, que cada uno lo coloque donde prefiera. Mientras tanto, en la Parroquia de La Encarnación se erigieron la Hermandad del Santísimo Sacramento, la de Ánimas y la de la Virgen del Rosario en su advocación de la Aurora, representada como una talla sedente y sin niño.
Este es el punto de partida: una Parroquia de La Encarnación donde radican las Hermandades de Gloria y un Convento de Frailes Mínimos donde se encuentran las Cofradías de Penitencia. ¿Cómo sería entonces nuestra Semana Santa? Tendríamos ni más ni menos que tres Templos y una Ermita que llenarían de cofrades el mapa de Almuñécar, y a La Encarnación y al Salvador, sumaríamos La Victoria. Precisamente el Convento centraría nuestra atención los días grandes de la Semana Mayor, Jueves y Viernes Santo, ya que la Iglesia de Ntra. Sra. de la Victoria acogería las Cofradías del Nazareno, la Virgen de los Dolores, San Juan y la Vera Cruz y el Sepulcro.
Pero no creáis que únicamente habríamos ganado espacios cofrades en la ciudad, nos habríamos enriquecido del carisma y la espiritualidad de la Orden de San Francisco de Paula, que vive en una Cuaresma permanente a lo largo del año considerándose a sí mismos los frailes más humildes de todos, los mínimos, y junto con las Siervas Misioneras de Cristo Rey establecidas en Los Marinos actualmente y las Hermanas Mercedarias de la Caridad antaño en pleno centro, Almuñécar sería un pueblo con mayor patrimonio religioso, sí, y con una riqueza espiritual propia de una ciudad.
Ya sólo podemos imaginar un misterio por el Portillo de la Victoria entrando imponente al son de Rex Nazarenus o aclamado con Alma de Dios, y un palio por la Calle Lonja meciéndose con delicadeza y sorteando con premura los balcones, para así encontrarse, arrodillarse o alzarse juntos en el centro de la emblemática Plaza, donde el ilustre sexitano Manuel Seijas Lozano habría contemplado desde su balcón, a unos niños entusiasmados respondiendo quién es el discípulo amado. Desde lo alto de la Calle Ra se oiría el golpe seco de una lanza tirada al suelo como símbolo de la caída de Cristo, y no cuesta mucho figurarse a uno mismo yendo de madrugada por la premonitoria Calle Cruz, para despedir con honores a una madre que bendice a sus hijos, algunos de ellos muy especiales: los que vistiendo el hábito negro en tiempos pretéritos, se maravillaron al abrir las puertas de unos cajones llenos de Fe tras la tempestad de un naufragio, cerrando ahora las puertas de un hogar lleno de devoción, punto y final a la Pasión de Cristo y punto y aparte a la Semana Santa con la solemnidad de un entierro.
Junto con el Altillo, el Arco del Cine, la Cuesta del Carmen o la del gachones, la “Plaza la Victoria”, famosa por los buñuelos y sus entrañables vecinas, sería la otra ubicación que los libros de las Cofradías marcarían en negrita como “lugares de interés”. Pero el Convento ya no es de interés, sino es el lugar donde pudo haber sido lo que no será.



Yo creo que por temas de aglomeraciones la mejor tribuna sería la de la carrera ya que sería más espaciosa a la hora de ver los santos siendo bailados por sus horquilleros si hay que firmar algo para que vuelva a la carrera YO FIRMO